sábado, 21 de noviembre de 2009

EL ESTILO POSITIVISTA

ORIGENES DEL ESTILO POSITIVISTA
Más que a las ideas de tipo estético que puedan presionar sobre el cambio de perspectiva en las artes, son sobre todo, los fenómenos de tipo social y el avance de la técnica lo que produce la evolución de aquellas. Cada época tiene unas necesidades distintas que satisfacer y unos medios, igualmente diferentes para resolver sus problemas. Una serie de circunstancias, hacen que, en un momento dado, se planteen unos problemas y, al margen de toda idea tradicional o preconcebida, con los medios de que se dispone en el momento, sea necesario resolverlos.
A fines del siglo XVIII y durante todo el XIX, aparece en la historia con personalidad propia y potencia inusitada, un factor nuevo e inédito hasta entonces: la industria. El avance de la técnica provoca el desarrollo del maquinismo y la posibilidad de una producción rápida abundante y barata. La fabricación deja de ser la pequeña industria de una familia o, cuanto más de un gremio, para pasar a manos del capital capaz de financiar las grandes instalaciones precisas para una producción de amplias perspectivas. Todo ello trae consigo la concentración de obreros y máquinas en lugares adecuados y, por tanto, la necesidad de grandes espacios cubiertos e iluminados suficientemente.
En principio, los arquitectos no quieren tomar a su cargo la resolución de este tipo de problemas, por no considerarlos suficientemente interesantes, dejándoselos a contratistas o constructores, que, en principio utilizan para sostener los largos tramos de techo, vigas de madera.
También, y con intención decorativa, empiezan a usarse soportes de hierro fundido. Este es el punto de partida. Inmediatamente se vería que el fierro era la gran solución para las extensas techumbres que necesitaban las fábricas, las estaciones de ferrocarril, los locales para exposiciones industriales, etc.
En Inglaterra es en donde primero se inicia esta revolución arquitectónica, coincidiendo con que es también el país que primero y con más ímpetu se lanza a la industrialización, debido a la existencia en su subsuelo de los más ricos yacimientos de carbón conocido entonces.
Una gran conmoción se produce en toda Europa y en América del Norte. El violento cambio de estructuras sociales y las nuevas necesidades hacen que se planteen unas ideas estéticas que no pueden ser satisfechas por las formas tradicionales de las artes y en el campo que tratamos de la arquitectura. Los arquitectos más jóvenes propugnan y llevan a cabo una casi total ruptura con el pasado para traer unas formas nuevas a la arquitectura. A esto le ayudan los avances técnicos en la producción de materiales que son incorporados enseguida en la construcción.
Surge así el movimiento positivista.

CARACTERISTICAS DE LA ARQUITECTURA POSITIVISTA

Considerados estos antecedentes, el positivismo aparece como la iniciación de todo lo que sería arquitectura posterior a él es decir, la nuestra.
Las características fundamentales del mismo, son:
1º El hierro fundido, cuyo uso se generaliza en toda Europa hacia 1840; el cemento Pórtland, el hormigón armado y el acero.
2º La arquitectura atiende fundamentalmente a sus aspectos estructurales y constructivos: se busca un sistema de fuerzas que permitan mantener cerrados grandes espacios que, a la vez, estén bien iluminados. Se toman para la arquitectura, las formas constructivas de la ingeniería.
Se realiza, así, una arquitectura que atiende, esencialmente, a su función. Es decir una arquitectura que deja al margen toda consideración estética sobre la obra, para ir a cumplir escuetamente su función de utilidad.
4º Planteada en un sentido funcional y atendiendo básicamente a los aspectos estructurales. Los arquitectos positivista, encuentra que la máxima belleza se halla, precisamente, en las líneas vivas de las estructuras, en el ritmo de las líneas constructivas y las calidades texturales y el color de los materiales empleados.
5º Las nuevas técnicas constructivas permiten que lo que era antes esencial, el muro, pierda esta categoría preponderante como elemento sustentador. Las estructuras metálicas sustituyen a aquel y se hace posible el predominio del vano sobre el macizo.
6º En cuanto a las formas externas, existe una indudable indecisión. Se tiende a las formas claras, basadas en la agrupación de masas arquitectónicas cuyo único móvil orientador es el equilibrio rítmico. Se buscan mesuradas proporciones espaciales derivadas de la relación entre formas y huecos.

No existen tipos concretos de ventanas, ni de ningún otro elemento arquitectónico.
En cuanto a los elementos ornamentales estos desaparecen casi por completo. El sentido orgánico que se imprime a la arquitectura y su carácter funcional destierra de las obras todo lo que sea superfluo, buscando el sentido estético en las puras líneas constructivas y en los materiales empleados. El positivismo está marcado por un factor básico, que es la aparición del hierro fundido y acero. Interior del palacio de cristal Interior de la bolsa de Amsterdam
Estación de San Pancracio Londres
Fuente: historia de los estilos
Autores y asesores.
D. Fernando Álvarez Vidorreta
D. Joaquín Cadena Portal
D. Juan de Cusa Ramos
D. José M. Mayoral Sanfelíu
D. Alejandro Ribó Boadella
D. Federico Ulsamer PuiggaríD. José Luís Velasco Antonino.

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